EMPIEZA CON PRANAYAMA, UNA TÉCNICA MILENARIA
¿QUIÉN NO QUIERE CONTROLAR Y GOBERNAR SU MUNDO?
Encuentra el equilibrio perfecto y coge las riendas de tu vida a través del control del prana con Pranayama.
Primero de todo tienes que conocer algunos conceptos básicos antes de internarte en la profundidad de los siguientes ejercicios yóguicos.
¿QUÉ ES EL PRANA Y QUÉ NO LO ES?
A pesar de lo que comúnmente creemos…la respiración no es el prana. La respiración está relacionada con éste porque ayuda a canalizarlo. El prana es la energía vital que produce todas las funciones de la vida, las sensaciones y los despliegues de las consciencias y la mente, como pueden ser los pensamientos y las capacidades intelectuales.
Por consiguiente, si prentendemos controlar nuestro mundo interno y poder dirigirlo como queramos, tenemos que gobernar el prana. Y puesto que es algo muy difícil de capturar, ya que es pura energía, hacemos uso de la respiración, que es el medio… el mecanismo.
¿CÓMO OBTENGO PRANA O ENERGÍA VITAL?
Las fuentes principales para obtener esta energía vital vienen del aire, del sol y de la tierra. Es decir, que a través de ellas podemos imbuir nuestro cuerpo de prana. El vehículo que lo transporta en mayor cantidad es el aire, pero también la comida que ingerimos, el agua que bebemos e incluso el sol. Los rayos de sol transportan esa energía que te nutre y te llena de vitalidad. ¿Acaso no puedes comprobar cómo se debilita tu energía y tu salud cuando pasas muchas horas encerrado trabajando sin sentir la luz solar?
¿Y QUÉ QUIERE DECIR YAMA?
Yama es la conducta a seguir para obtener el fruto del proceso del yoga. Es decir, con Yama aprendes lo que debes hacer en cada momento durante el transcurso de tu vida. Limpias y dejas espacio para que la práctica del prana pueda realmente transformarte.
Dentro de esta conducta hay varias disciplinas fundamentales: no violencia, decir la verdad, no robar, brahmacharya (moderación sexual), paciencia, constancia, compasión, humildad, dieta moderada y por último pureza o limpieza. Quizás, algunas de estas disciplinas puedan parecer un poco severas, pero en realidad, al principio solo hay que ir familiarizándose con ellas y adaptándolas a nuestra forma de vida, lo mejor posible.
ENTONCES ¿QUÉ ES PRANAYAMA?
Pranayama es el control del prana. Ahora si lo podemos comprender correctamente. Porque como hemos aprendido, YAMA controla, dirige tu vida y establece unos límites necesarios para encontrar el buen camino y desarrollar la virtud que llevas dentro como individuo. ¿Y qué controlas? El prana, la fuerza vital, lo que infunde de aliento a nuestro cuerpo y a todas las cosas. Controlando esta energía de vida, estás dominando tu mundo interno de experiencia.
Cuando realizas un ejercicio de pranayama, trabajas directamente sobre el prana, capturando y atrayéndolo a través de los conductos o canales sutiles, los nadis.
¿QUÉ SON LOS NADIS?
Son los canales del cuerpo sutil por donde el prana circula. Según el ayurveda, nuestro cuerpo tiene 72.000 nadis. El más importante de estos nadis es el canal central o Sushumna nadi, situado en nuestra columna vertebral, donde residen los chakras o centros energéticos.
Ahora vamos a explicar un sencillo ejercicio de pranayama. Se llama las 9 purificaciones y es uno de los ejercicios principales cuando quieres empezar a practicar y eres principiante. También puedes usarlo conforme avances en esta práctica del pranayama para limpiar y despejar tus nadis o canales cada vez que empieces una sesión de yoga.
Además, puedes practicarlo por la mañana, al despertar, ya que te traerá equilibrio, aposentamiento y claridad mental para comenzar tu día limpio y con el prana bajo control y dirigiéndolo a donde tú quieres.
LAS 9 RESPIRACIONES
Empieza con las manos sobre las rodillas, la espalda recta, la mirada al frente y el marco mental adecuado, sabiendo que quieres dirigir tu energía de la forma correcta para encontrar equilibrio y bienestar para ti y para todos. Puedes hacer unas pocas respiraciones antes de empezar suaves y relajadas para recogerte y centrarte.
1. Eleva un brazo totalmente estirado, con la palma de la mano abierta mirando al frente y siguiendo la línea de tu cuerpo, mientras haces una inhalación completa.
2. Cuando el brazo llega un poco por encima del hombro, flexiónalo y tapa el orificio nasal correspondiente al brazo que estás usando, con el dedo anular. (El codo debe quedar por encima del hombro) Normalmente si eres hombre puedes comenzar por el lado derecho y si eres mujer por el lado izquierdo.
3. Exhala todo el aire empujándolo por el orificio nasal que queda libre a medida que bajas el codo hasta el costado.
4. Coloca nuevamente la mano sobre la rodilla y repite el ejercicio por el lado contrario.
5. Cuando lo hayas hecho tres veces por cada lado, pon las dos manos sobre las rodillas, inhala profundamente desde el abdomen y exhala llevando la frente hacia el suelo. Repite esta respiración tres veces.
Puedes realizar el ejercicio incorporando una visualización muy sencilla conforme te sientas cómodo. Simplemente, cuando inhalas imagina como una luz blanca y pura te entra por el lado de la nariz que vas a taponar y cuando exhalas visualizas como una nube oscura sale por el orificio contrario y así por ambos lados y por el centro. Finalmente exhalas toda la oscuridad y te quedas limpio y tranquilo en ti mismo.
Este ejercicio siempre es mejor llevarlo a cabo bajo la guía de un Maestro cualificado.
“El yoga es un camino hacia la libertad. Con su práctica constante, nos podemos liberar del miedo, la angustia y la soledad”
Indra Devi