EL YOGA ESTÁ DE MODA, ¿POR QUÉ?
NO SON MERAS PALABRAS
Estos últimos años, el yoga ha pasado de ser un extraño conjunto de posturas llevadas a cabo por un yogui de gran barba, a convertirse en un ejercicio practicado por más de 500 millones de personas de todo el mundo.
¿POR QUÉ ESTA DE MODA?
Vivimos una época desenfrenada, que nos insta continuamente a querer mejorar nuestras circunstancias de vida.
Y como dice Deepack Chopra:
"Todos los grandes cambios están precedidos por el caos".
Y es que todos queremos vivir en un mundo de paz, armonía y bienestar continuo. Y esto solo puede ocurrir gracias a la correcta integración de tu cuerpo, mente y emociones, es decir, YOGA, UNIÓN. Por eso, esta disciplina milenaria es la que actualmente está teniendo más éxito.
El yoga no está trabajando solo con tu cuerpo físico, sino que promueve cualidades espirituales, ayudándote a generar una conciencia más amplia de tu mundo interno para mejorar y crecer espiritualmente.
¿APOYADO POR LA CIENCIA?
Actualmente, existen un gran número de pruebas realizadas científicamente que demuestran la capacidad que tiene el yoga en nuestro organismo.
Pruebas en casos como: ansiedad, estrés, enfermedades cardiovasculares, insomnio, dolores crónicos, menopausia, artritis, asma...
Para cada caso de irregularidad en el organismo, han reunido grandes números de personas con malestares tratando de comprobar el efecto del yoga y sorprendentemente en todas han logrado una mejora evidente.
Con mejora evidente, quiero decir: reducción de la sensación de dolor y de la depresión, mayor relajación y por consiguiente mayor felicidad, menos preocupación, ansiedad y estrés, mejora del sueño con más descanso, etc.
INMORTALIDAD
Además, proporciona un nuevo aspecto físico, ya que, gracias a la relajación, a la reactivación de la circulación sanguínea, y la irrigación adecuada de los órganos promueve una regeneración natural de los tejidos, procurando una piel más saludable y radiante. Además de mejorar tu equilibrio, favorece una mente más clara y lucida, alegre, haciéndote sentir más ágil y joven de forma interna.
Ahora, si nos salimos un poco de los parámetros de la “normalidad”, podríamos decir que realmente te ayuda a alcanzar la inmortalidad.
¿PERO QUÉ QUIERO DECIR CON INMORTALIDAD?
Lo que todos entendemos cuando hablamos de Inmortalidad es: vivir con un cuerpo joven, bello y siempre radiante, el cual nunca más envejece ni muere.
A través de textos antiguos, se conocen muchos maestros en India, que gracias a la práctica del yoga y la absorción en samadhi, han conseguido un “estado de inmortalidad” haciendo referencia a que han podido vivir 100, 200, 300, 400 años e incluso más. Mahavatar Babaji es uno de los más conocidos, pero la lista se extiende con algunos más desconocidos en occidente como Swami Samartha, Swami Abhayananda, Jagadguru Sri Brahmananda Siva Prabhakara Siddha Yogi Paramahamsa Avadhut y otros muchos.
Si pensamos en otro concepto que pueda ser más accesible a nuestra comprensión, existe otra clase de inmortalidad: la del alma o de la conciencia espiritual. A través de la práctica genuina del yoga, el ser humano puede alcanzar un estado de perfección espiritual que trasciende la existencia física o la longevidad de un cuerpo. Esta es la verdadera inmortalidad.
Sea cual sea el propósito de nuestra vida, todos deseamos vivir con poco dolor, mucha satisfacción y verdadera salud espiritual. Todo esto son logros que nos son ofrecidos por la práctica del verdadero yoga.
UN EJEMPLO PERFECTO DE REHABILITACIÓN EXTREMA
Uno de los maestros yóguicos mundialmente conocido hoy en día es B.K.S. Iyengar.
Fallecido en 2014, dejó un largo sendero de práctica yóguica dispuesto para infinitud de alumnos con un claro propósito espiritual.
Gran parte de su infancia tuvo lugar entre diversas enfermedades. Durante su niñez, fue un muchacho delgado y sin mucha fuerza debido a su continuo enfrascamiento en enfermedades como la gripe, malaria, tuberculosis y fiebre tifoidea. “Con 14 años cogí tuberculosis. No había medicina para curarla y mi hermana me propuso que hiciera unos asanas con su marido.
Sobrevivía casi exclusivamente con agua del grifo y haciendo yoga. A los cinco años me había curado completamente”, afirmaba Iyengar. Tras estos acontecimientos y un cambio de hogar a los tempranos 15 años, comenzó a tomar el yoga como forma de vida con el acompañamiento de su gran maestro Sri Tirumalai Krishnamacharya.
Tras enfrentar las terribles enfermedades por las que le llevo la vida, no hizo más que superarse con la ayuda del yoga, incrementando no solo su salud, sino también su poder espiritual, llegando a ser reconocido mundialmente como una figura muy influyente según publicaba el Time, en el 2004.
“El yoga no solo cambia la forma de ver las cosas, transforma a la persona que ve”.
B.K.S. Iyengar